lunes, 20 de febrero de 2012

Colgando de tu cuello un Sábado de lluvia.

Te miro mientras duermes, no voy a despertarte y es que hoy se me agotó la esperanza porque con los que nos queda de nosotros ya no alcanza. Cuántas veces quise hacerlo bien y pequé por hablar demasiado. No saber dónde, cómo ni cuándo, todos estos años caminando juntos ahora no parecen tantos. Pero hoy nada es lo mismo ya no vamos a engañarnos. Que soy una mujer en el mundo que hizo todo lo que pudo, no te olvides ni un segundo que eres lo que más he querido en la vida.

Después de haber perdido tu sonrisa.

Porque esas lágrimas son páginas en blanco, escribe ahora que tienes tanto. Porque después de todos estos años y de tanta, tanta vida, de tantos desengaños y en montones de mentiras ambientando tu diario. Quien te escuche diría: "quisiste todo, perdiste tanto"

Su hombro de almohada.

Dicen que a través de las palabras el dolor se hace más tangible, que podemos mirarlo como a una criatura oscura tanto mas ajena a nosotros, cuando más cerca la sentimos.

Todos tenemos el poder de elegir.

Si tienes que luchar que sea por ello y si vas a perder que sea la vergüenza o tu miedo de robar que sea un beso aplauso el corazón. Si vas a dejarme que sea sin habla, que se me caiga la baba y no pueda articular palabra.