martes, 15 de noviembre de 2011

La llave de tu puerta que nunca dejaste abierta.

Tú feliz, yo sin rumbo. Tú de brazo en brazo, yo me derrumbo y sigue el enfado con el mundo. Quisiera ser tu último bar, el felpudo de tu escalera, una mano caliente entre tus piernas. Quisiera ser el aire que te roza, la leña de tus inviernos, tu mejor sombra en primavera para ser el dueño de tus noches en vela. Mi ilusión viaja en patera pero se ha nublado, ya no la guían las estrellas. Mi corazón arruinado dice que ya no te espera, que ahora vive dentro de una botella.

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