Yo como consejera, te receto la paciencia.

La sensación de no tener libertad que sientes cuando le tienes enfrente y quieres decirle todo lo que te pasa al verle, el te quiero muchísimo que solo dices cuando no te escucha, esa sensación de tocar el cielo cuando te saca una sonrisa o la sensación de no poder levantarte de la cama porque hace tres días que no le ves ni hablas con él. Esa sensación de no querer estar con nadie si no es él, porque nunca es suficiente lo que tengo de él aunque francamente me baste con una mirada o una simple sonrisa o esa sensación de inseguridad que te pasa por el cuerpo cuando piensas que no eres tu misma, que no vas a conseguir lo que de verdad quieres aunque luches por ello hasta morir. Y sí, nada es imposible aunque a veces lo parezca, imposible es una palabra usada por inseguros que no quieren luchar por lo que de verdad quieren, aunque de verdad significa que vas a tardes un poco más en conseguirlo. Pero siendo sinceros, estás luchando día y noche por él y cuando ya te queda poco para conseguirlo te sientes mal porque todavía no lo has conseguido removiendo tierra y agua.Y cuando ya casi lo tienes, ya no lo necesitas tanto porque te has acostumbrado a no tenerle y acabas no luchando por ellos.