lunes, 18 de julio de 2011

La misma puta rutina de estos 9 meses.

Hoy, hoy es un día más sin ti, un puto Martes de verano a las dos menos veinte de verano pensando en ti, siendo esa impotencia que provoca el no tenerte a mi lado. Tienes esa sonrisa que me hipnotiza y esa mirada que me corta la respiración. Esa forma de ser a la que nadie se le acerca y esa gran valentía que yo no tengo. Te necesito, sí, más que al agua y al oxígeno. Te quiero y verdaderamente necesito todo de ti para sobrevivir a esta puta vida, tu cariño, tu sonrisa perfecta, tus miradas desafiantes, tus tonterías y tus burradas, tus burlas y tus quejas, tus cabreos sin sentido y los perdones. Necesito hasta el ruido de tu respirar. La verdad, no entiendo como la gente es tan idiota de no saber responder a: "¿Cómo puedes echar de menor algo que no has llegado a tocar ni con un dedo nunca? Sinceramente, nosotras ya lo hemos tocado con la palma de la mano, con nuestros labios, hasta con las pestañas pero, en nuestros sueños. Pero queramos o no, los sueños solo son como mucho, diez horas. Creo, que estoy empezando a sentir algo más que querer, se convierte en amar (para otros, llamado obsesión). Pero que quede claro, amar no es solo sentir las maripositas en el estómago, no. Amar es morirte por verle cada segundo, sentir esa ansiedad cuando llevas un día sin verle, querer pasar con el toda tu vida, día y noche.  Amar es preocuparte por no saberle decir cuanto le amas en cifra porque se te hace infinitamente infinita. Es sentir esa ansiedad cuando llevas un día sin verle e incluso, no poderte enfadar con el haga lo que te haga. Tener esa puta adicción a él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario